El gigante de Internet adoptó una serie de políticas de trabajo para facilitar y potenciar la innovación dentro de su estructura
Eugenio Marchiori | Andrés Hatum | PARA LA NACION
«Las buenas ideas venden productos. Las ideas grandiosas cambian vidas. Desde abrir nuestra marca hasta abrir museos, vemos la creatividad como una manera de resolver problemas grandes y pequeños.» Así se expresa en una nota Lorraine Tworill, VP de Google de Marketing global. Pero, ¿cuáles son las razones que llevaron a Google a ser una de las empresas más admiradas y respetadas por su creatividad? ¿Cómo es que poco tiempo llegó a ser una de las marcas más valiosas del mundo? Cuando se exploran las estrategias empleadas se observa que algunas han sido clave para conseguir el éxito.
1. Contratar el mejor talento
Según explican Eric Schimdt (CEO hasta 2011) y Jonathan Rosenberg (asesor de Larry Page, uno de los fundadores y actual CEO) en su libro Cómo funciona Google, identificar y atraer a los mejores es la tarea más importante que tienen los líderes en la compañía. Los candidatos son evaluados por su capacidad cognitiva, su conocimiento del rol y su experiencia de liderazgo. A estas tres condiciones se le suma una cuarta definida como «Googleyness»: una cualidad sutil, vinculada a lo interesante que esa persona resulta. En Google se buscan técnicos excelentes en lo suyo, pero generalistas, con múltiples inquietudes e intereses, estilo que suele tener la gente creativa. Para saber si el candidato cumple el requerimiento, el entrevistador debe hacerse la pregunta: «¿Pasaría seis horas clavado en un aeropuerto con esta persona sin aburrirme?» El test busca detectar si el potencial empleado o empleada tiene «fit cultural», es decir, muestra condiciones para integrarse fácilmente y para aportar valor a la cultura de la empresa. Además de las obvias ventajas derivadas de nutrirse de talento excelente, se busca generar el «efecto manada», ya que un grupo de gente brillante atrae a otros como ellos. Muchos que ingresan a Google lo hacen con el deseo de trabajar codo a codo con los mejores.
2. Crear el ambiente adecuado
3. Estimular la serendipity
Steve Jobs también empleaba en sus empresas los espacios amplios para producir serendipity, esa afortunada conjunción de preparación, sagacidad e ideas que dispara la creatividad. Tanto en Pixar como en Apple existen los «atrios» que son grandes hubs (distribuidores) en lugares centrales de sus campus. En su biografía decía: «Si un edificio no estimula la colaboración se pierde un montón de innovación y la magia que es disparada por la serendipity. Entonces diseñamos un edificio que saque a las personas de sus oficinas y permita que se mezclen en un espacio central con personas que de otra manera no verían». Larry Page y Sergei Brin, los fundadores de Google, eran admiradores de Jobs, por lo que no es casual que hayan adoptado algunas de sus enseñanzas.