Kodak, Sony y Vivitar, entre otros, están explorando el uso de lentes y sensores de gran tamaño, desmontables, que aprovechan el smartphone como visor
Por Ricardo Sametband | LA NACION
Primero fue Sony, en septiembre último : presentó su línea QX, dos dispositivos que transforman cualquier smartphone (y aquí, el hincapié debe hacerse en funcionan hasta con equipos muy económicos) en una cámara digital al estilo convencional con un accesorio desmontable. Ahora son Kodak y Vivitar las que se suman a esta idea.
¿De qué se trata? Sencillo: Sony, Kodak y Vivitar venden una cámara que no tiene cuerpo. Es una lente -de buen tamaño- con el sensor integrado, y nada más, salvo un ganchito para colgarla del teléfono. El dispositivo se comunica por Wi-Fi con el smartphone (Android o iPhone) y lo usa de visor y control. Cuando no se quiere más que la cámara del celular, se guarda y listo.
¿Lo bueno? Cuando los conectás, transforman al teléfono en una cámara de calidad similar a una compacta o más -porque tiene su mismo tipo de lentes y sensores- pero más pequeña. ¿Lo malo? Hay un leve retraso entre lo que está registrando el sensor del accesorio y lo que muestra la pantalla del smartphone, así que no sirve todavía para objetos en movimiento. Pero la idea es muy interesante, sobre todo por la flexibilidad que ofrece un accesorio de este tipo.