El teléfono de Project Ara iba a estar en el mercado a fines de este año. Sin explicaciones, la empresa confirmó que recién el próximo lo pondrá a prueba
La cuenta de Project Ara de Twitter estuvo inactiva durante meses, pero acaba de reactivarse para traer malas noticias: el celular modular no estará listo a tiempo.
El anuncio tomó por sorpresa a la comunidad de fanáticos, ansiosos por ver en las calles un teléfono construido en base a módulos, donde el usuario puede elegir qué procesador, cámara, parlante o tipo de pantalla llevará su equipo.
¿El fin del smartphone como lo conocemos?
La idea de Project Ara es “sencilla”: una carcasa donde el usuario pueda montar las piezas que desee, desde un procesador y la batería hasta la cámara o la pantalla. De esa manera, no será necesario comprar un dispositivo nuevo para actualizarse sino “apenas” adquirir los módulos que se deseen.
Google espera que con el tiempo los fabricantes de módulos se animen a más y puedan, por ejemplo, crear algunos insólitos como una cámara con visión nocturna o cualquiera que los usuarios puedan necesitar.
La idea inicial de Google era vender los equipos en tiendas y vía internet a un precio que se ubicará entre los u$s50 o u$s100. El valor podría ser mayor o menor, dependiendo no solo de los componentes que se elijan sino además de si es adquirido mediante una operadora móvil.
La idea de un celular modular nació del diseñador Dave Hakkens, quien visitó diversas empresas hasta que Motorola, en esos momentos en manos de Google, aseguró que podía con el proyecto.
“Nuestra meta es que haya una mejor y abierta relación entre los usuarios, los desarrolladores y los teléfonos. Queremos darte el poder de decidir qué celular quieres, cómo luce, dónde y de qué está hecho, cuánto cuesta y durante cuánto tiempo lo mantienes”, dijo Motorola en ese momento.
Yezz y Puzzlephone adelantaron sus planes que este año avancen los equipos con piezas intercambiables para actualizarlos o reemplazar una parte que no funciona
La firma Yezz confirmó que será el primer fabricante de teléfonos en ofrecer una versión comercial de un equipo del Proyecto Ara y de sus módulos. Yezz es un fabricante de teléfonos menor, conocido por ofrecer equipos con Android (la línea Andy), con Windows Phone (la familia Billy) o con Firefox OS (llamados Foxy), a los que se suma un teléfono del Proyecto Ara que, según dicen en la empresa, estará listo en algún momento de la segunda mitad del año.
Google ya dijo que hará una primera prueba piloto en Costa Rica, y Yezz será la marca elegida para probar el interés del mercado por este formato de dispositivos.
Así, Yezz estuvo mostrando un prototipo en la feria catalana, con su esqueleto al que se le pueden once módulos (pantalla, procesador, memoria, cámara, batería, etcétera). Según ejecutivos de la compañía ya están trabajando en 80 módulos para habilitar funciones normales y otras especiales.
El teléfono podría tener un precio sin línea de 200 dólares, según la compañía.
Puzzlephone
El interior de los módulos del prototipo de Puzzlephone. Foto: LA NACION
En un camino similar está Puzzlephone, otra compañía que está creando un smartphone modular, aunque con menos opciones: son sólo tres piezas (la pantalla, que también es el esqueleto del teléfono; el procesador y la cámara de fotos; y la batería y otros componentes secundarios).
Puzzlephone, que está basada en Finlandia (y que cuenta entre sus empleados a varios ex Nokia) hizo un acuerdo con ImasD, una firma española que viene trabajando en una tableta modular (Click ARM) desde 2013, para estandarizar los módulos, de tal manera que puedan ser reutilizados en uno u otro dispositivo.
Según le dijeron a LA NACION ejecutivos de la compañía, está en sus planes tener el primer Puzzlephone listo este año, mientras ultiman detalles técnicos de esta propuesta, aunque tienen muy en claro que esa propuesta, como la del Proyecto Ara, es hoy algo muy de nicho. Tiene, no obstante, potencial para crecer a futuro y generar un mercado de módulos y un ecosistema que se base en el reemplazo de componentes antes que en la compra de un teléfono entero si se rompe una pieza.
Es una de las estrellas del Congreso de Móviles de Barcelona. Ensamblar un smartphone pieza por pieza como si fuera un juego de construcción es la gran apuesta de Project Ara
El gigante estadounidense espera crear una gran industria alrededor de este nuevo modelo que ofrecerá, según la compañía, un acceso a internet más fácil a los habitantes de los países emergentes.
La idea de este smartphone, aun un prototipo, es simple: se compone de una estructura básica a la que se van añadiendo con electroimanes los diferentes módulos como la pantalla, la batería, la cámara fotográfica y los sensores, entre otros. Google prevé lanzarlo en tres tamaños.
La empresa estadounidense Yezz, asociada al proyecto, lo presentó en el Mobile World Congress de Barcelona. Expuesto en una vitrina, el prototipo no es demasiado vistoso, pero blogueros y periodistas hacen cola para verlo.
¿Pero cuál es la ventaja para el usuario? No tendrá que cambiar de teléfono porque una pieza se rompió o hay un modelo con mejores prestaciones en el mercado, sino que con un simple click podrá cambiar los componentes en cuestión.
“La versión definitiva no tendrá este aspecto ni este peso”, aseguró Marion Chaparro, representante de Yezz en Europa.
Google promete una duración de entre cinco o seis años para el armazón del smartphone frente a los dos años de media hoy en Europa. Queda por ver cuánto tiempo funcionarán adecuadamente los diferentes módulos.
“Es bueno para el medio ambiente” al combatir contra la obsolescencia programada, opina Annette Zimmermann, especialista del sector de telecomunicaciones para el gabinete alemán Gartner.
Varias compañías emergentes trabajan en proyectos similares pero ninguna con tal repercusión.
Reforzar la supremacía de Android
Google parte con unas ambiciones enormes. Este proyecto “podría redefinir el paisaje del móvil”, aseguraba su director Paul Eremenko en enero.
Cuentan con 6.000 millones de clientes potenciales: “Los 1.000 millones de usuarios actuales de smartphone y los 5.000 millones de usuarios futuros”, especialmente de los mercados emergentes, afirmó también sin reservas Eremenko.
Pero por el momento, deberá conformarse con un número más modesto de usuarios, los que podrán probarlo en un test previsto en Puerto Rico antes de finales de 2015.
“Deberá verse si el público se suma” y si Google consigue poner en marcha una red de distribución adaptada, advirtió Annette Zimmermann.
La idea puede seducir a los apasionados de la tecnología pero puede encontrarse con más reticencias entre el gran público, confirmó Ben Wood, analista en CCS Insight, en el Reino Unido.
La tendencia actual es la preferencia por teléfonos cada vez más finos y con una pantalla grande mientras que un modelo modular puede ser “más voluminoso y con un diseño poco elegante”.
El mismo director del proyecto reconoce que queda mucho por hacer. Los consumidores aspiran a una amplia personalización de los productos pero tienen problemas para decidir cuando se les ofrecen muchas opciones, explicó. “Tenemos que resolver esta paradoja”, reconoció.
De momento, Google renunció a producir estos módulos con impresoras 3D porque la técnica no está suficientemente desarrollada.
Hasta el momento, Google indicó un costo de producción de entre 50 y 100 dólares para un modelo básico, aunque todavía no habló de precios de venta.
“Google no busca ganar directamente dinero con Ara. Busca especialmente difundir los smartphones en los países con poco nivel adquisitivo y construir un ecosistema alrededor del Android”, su sistema operativo que ya es dominante en el sector, estimaron analistas.
La compañía estadounidense lanzará en algún momento de este año su programa piloto en la nación caribeña para impulsar su modelo de smartphone que se puede personalizar sus prestaciones de hardware mediante diversas piezas intercambiables
Google presentará este año en Puerto Rico un teléfono modular como parte de un programa piloto que permitirá a la gente escoger su propio hardware con base en sus necesidades e intereses.
La empresa se asociará con la compañía operadora de comunicaciones Claro, con sede en México, y con la operadora local Open Mobile para ofrecer el teléfono que forma parte de la iniciativa conocida como Project Ara. El equipo saldrá a la venta en tiendas independientes similares a los vehículos de venta de comidas, conocidos como food trucks, dijo Jessica Beavers, una ejecutiva de comercialización de Google.
A su vez, la tienda on line de la iniciativa Project Ara será desarrollado e implementado por la compañía argentina Globant, como anunció Google en diciembre pasado.
Beavers señaló que se seleccionó a Puerto Rico en parte porque más de 90% de los hogares en la isla de casi 3,7 millones de habitantes utilizan teléfono celular, y 77% del acceso a internet se hace a través de dispositivos móviles.
“Todo esto integra un panorama verdaderamente interesante para operación de comunicaciones”, dijo la ejecutiva durante una conferencia de desarrolladores de módulos en la sede de Google en California, citada por la agencia AP.
El programa piloto está aún en desarrollo, pero Beavers señaló que visualiza que se abrirán tiendas primero en la capital San Juan, y después en Ponce, la segunda ciudad más grande de la isla. Eventualmente se abrirían tiendas en otras ciudades.
Google fabricará y venderá la estructura principal del teléfono, y permitirá sumar los módulos creados por fabricantes independientes como si fueran piezas de Lego. Estos complementos intercambiables van desde una pantalla hasta una cámara, parlantes e incluso un podómetro, dependiendo de las necesidades del usuario.
Si bien aún es prematuro para la compañía fijar un costo del teléfono modelular base, se estima que su precio podría ubicarse en un rango de 50 a 100 dólares.
Entre sus iniciativas de hardware, Google ha tenido éxito con sus Chromebooks, unas computadoras portátiles basadas en un sistema operativo centrado en su navegador Chrome, con un funcionamiento que requiere de una conexión constante a Internet para tener acceso a la mayoría de sus programas y prestaciones. Por su parte, los anteojos electrónicos Google Glass aún no han llegado al mercado masivo, a más de dos años de su presentación a desarrolladores, mientras que su reproductor digital Nexus Q fue descartado pocos meses después de su presentación en 2012.
Giancarlo González, director de información del gobierno de Puerto Rico, dijo en una entrevista telefónica desde la sede de Google que la compañía se acercó a él y otros funcionarios a mediados de 2014 con su propuesta, y espera que el programa piloto crezca aún más para que la la comunidad de programadores de la isla pueda desarrollar módulos y exportarlos.
El dispositivo, que cuenta con piezas intercambiables para que cada usuario elija su configuración, será lanzado este año en Puerto Rico como parte de una prueba piloto.
La revelación fue hecha durante el segundo encuentro de desarrolladores del llamado Project Ara, que trabaja en esta tecnología que básicamente permite que el teléfono se pueda desarmar en diferentes piezas para utilizar, renovar o repararlas de manera independiente, sin tener que cambiar el aparato completo.
El proyecto de Google permitirá que, a través de un marco estructural, módulos como la pantalla, el teclado, la batería o el procesador sean intercambiables y se puedan añadir o sustituir cuando el usuario lo crea oportuno.
La fórmula permitirá que cada usuario añada las herramientas que necesita, es decir, que cada módulo actuará como una pieza del celular inteligente que puede cambiarse de acuerdo con las necesidades concretas del usuario.
Google fabricará y venderá el armazón del teléfono así como módulos creados por fabricantes individuales que pueden ser agregados como piezas de Lego. Los módulos abarcarán desde una pantalla hasta una cámara o parlantes e incluso un podómetro, dependiendo de las necesidades de la gente.
Google señala que es demasiado pronto para decir cuánto costará el teléfono, pero podría ubicarse en un rango de u$s50 a u$s100.
La empresa se asociará con las operadoras Claro y Open Mobile para ofrecer el producto, el cual será vendido en tiendas independientes parecidas a camiones de expendio de comida, dijo Jessica Beavers, una ejecutiva de comercialización de Google.
Beavers señaló que se seleccionó a Puerto Rico en parte porque más de 90% de los hogares en la isla de casi 3,7 millones de habitantes utilizan teléfono celular, y 77% del acceso a internet se hace a través de dispositivos móviles.
El programa piloto está aún en desarrollo, pero Beavers señaló que visualiza que se abrirán tiendas primero en la capital San Juan, y después en Ponce, la segunda ciudad más grande de la isla. Eventualmente se abrirían tiendas en otras ciudades.
La compañía tuvo éxito con sus computadoras Chromebook, las cuales son laptops ligeras que requieren conexión a internet para tener acceso a la mayoría de los programas y otras características, pero depende de fabricantes externos para el producto. Ha tenido más dificultad para vender dispositivos que fabrica por su cuenta. Google Glass, sus anteojos conectados a internet, aún no llegaron al mercado masivo a más de dos años de su presentación a desarrolladores, y un reproductor digital llamado Nexus Q fue descartado pocos meses después de su presentación en 2012.
El denominado Project Ara, un móvil con piezas intercambiables, volvió a aparecer en escena. Confirman que saldrá a la venta en 2015
El “celular del futuro” está cada vez más cerca. A los detalles conocidos meses atrás se acaba de sumar un video para ver más de cerca uno de los últimos prototipos funcionales del equipo, desarrollado por Phonebloks en asociación con Google y el apoyo de diversos fabricantes de accesorios.
Al mismo tiempo que se conoció el video, Google confirmó que habrá una segunda conferencia para desarrolladores el 14 de enero, momento en el cual podría anunciarse en qué momento y en qué países se pondrá en marcha la venta del equipo.
La idea de Project Ara es “sencilla”: una carcasa donde el usuario pueda montar las piezas que desee, desde un procesador hasta la cámara. De esa manera, no será necesario comprar un dispositivo nuevo para actualizarse sino “apenas” adquirir los módulos que se deseen.
Google planea vender los equipos en tiendas y vía internet a un precio que se ubicará entre los u$s50 o u$s100. El valor podría ser mayor o menor, dependiendo no solo de los componentes que se elijan sino además de si es adquirido mediante una operadora móvil.
La idea de un celular modular nació del diseñador Dave Hakkens, quien visitó diversas empresas hasta que Motorola, hasta hoy en manos de Google, aseguró que podía con el proyecto.
“Nuestra meta es que haya una mejor y abierta relación entre los usuarios, los desarrolladores y los teléfonos. Queremos darte el poder de decidir qué celular quieres, cómo luce, dónde y de qué está hecho, cuánto cuesta y durante cuánto tiempo lo mantienes”, dijo Motorola en ese momento.
La filosofía de Motorola, potenciada por la presencia de Google, es la que hoy mantiene la compañía que acaba de pasar a manos de Lenovo. Ejemplo de ello son las posibilidades de personalización que ofrece a los usuarios en sus Moto X, G y E.
Project Ara continúa vigente y las primeras novedades se conocerán en abril, luego de que tenga lugar la primera conferencia para desarrolladores. Trascendió un video con un prototipo y la firma puso un precio para el modelo básico
La unidad de proyectos especiales que Google montó en Motorola Mobility no sufrió la venta a Lenovo. De hecho, Project Ara, desarrollado en esa área, parece cobrar más vigor que nunca.
La operación fue cerrada por u$s2.910 millones entre el gigante de la informática chino y Google, que había comprado la división de telefonía celular de Motorola en 2011 por u$s12.500 millones. La mayoría de las patentes y el proyecto de teléfonos modulares quedarán en manos del megabuscador
La noticia llegó primero por Reuters , fue convalidada por el diario China Daily y comenzó a circular, sin que surgieran demasiadas dudas, por varios sitios especializados, hasta que lo confirmó la propia Motorola .
Lenovo comprará Motorola, la división de teléfonos celulares de Google, por 2910 millones de dólares. Google adquirió la compañía en agosto de 2011 por 12,500 millones de dólares; desde entonces redujo drásticamente su plantilla de empleados y su oferta de dispositivos, vendió por 2350 millones de dólares la parte de equipos para operadoras de televisión por cable a Arris en abril último, y le cambió el aspecto a una firma que supo ser el mayor fabricante de teléfonos del mundo durante largos años de la primera década del siglo. Según la propia Google, de estos 12.500 millones iniciales 2900 millones fueron efectivo que tenía Motorola, 5500 millones de dólares responden a patentes y 3500 millones a otras partes de la compañía, por lo que el costo real (teniendo en cuenta la venta a Arris) fue de 7150 millones de dólares.
Pero esto no alcanzó para sacarla de un papel menor en el drama de la industria móvil actual, dominada por Samsung y Apple; en los últimos tres trimestres osciló en una facturación, por trimestre, de mil millones de dólares; y aunque está -según Google- tercero en Estados Unidos y América latina, no lograba llevar su marca más allá.
ZTE sumó un nuevo ejemplar al mundo de los dispositivos modulares, que permiten modificar componentes a gusto del cliente. Motorola había mostrado su proyecto para el segmento, que parece cobrar cada vez más fuerza
Ganador del Red Dot Design en 2013, ZTE Eco-Mobius acerca cada vez más a la realidad el celular modular, es decir, que tenga partes intercambiables para que el usuario pueda personalizar su equipo, mejorándolo a medida que están disponibles componentes más avanzados.
En octubre Motorola había dado a conocer Project Ara, nombre que recibió la iniciativa sobre la que avanza de la mano de Google. De hecho, Moto X bien podría ser considerado el puntapié inicial para el mundo modular de los smartphones.
La compañía de Google anunció Project Ara, una iniciativa que busca crear una plataforma de hardware abierta para que los usuarios puedan personalizar sus teléfonos, eligiendo los distintos módulos según sus preferencias
Project Ara tiene como fin “crear una plataforma de hardware gratuita y abierta para producir smartphones altamente modulares”. “Queremos hacer para el hardware lo que la plataforma Android ha hecho para el software”, explica Motorola en uno de sus blogs.
“Nuestro objetivo es impulsar un vínculo más meditado, expresivo y abierto entre los usuarios, los desarrolladores y sus teléfonos; darles el poder de elegir lo que hace su teléfono, cómo se ve, dónde fue hecho y de qué, cuánto cuesta y cuánto tiempo se lo quedarán”, explica la empresa.
La idea de la compañía propiedad de Google es que los usuarios personalicen su teléfono, en términos de hardware, eligiendo los distintos módulos, como batería, memoria o pantalla, por ejemplo para modificar su dispositivo según sus necesidades. La plataforma abierta permitiría que los usuarios utilicen módulos de distintos proveedores.
El diseño sobre el que trabaja Motorola consiste en un endoesqueleto y los distintos módulos, que, según explica la firma, pueden ir “desde un nuevo procesador de aplicaciones a una nueva pantalla o teclado” e inclusive “algo que todavía no se ha inventado” . El endoesqueleto funciona como base que sostiene las distintas partes del equipo.
Project Ara es similiar a la iniciativa Phonebloks,creada por Dave Hakkens, que también busca crear una plataforma de hardware abierta y modular para ser utilizada por todo el mundo. Según detalló en su blog, Motorola trabaja junto a la comunidad de Phonebloks para desarrollar su proyecto, ya que comparten una visión similar.
El proyecto de Hakkens, que ya cuenta con más de 950.000 adeptos, además pone el acento sobre la creciente cantidad de basura electrónica, que podría reducirse si los usuarios pudieran cambiar el componente averiado o desgastado de su teléfono, sin necesidad de tener que deshacerse del equipo completo.
Asimismo, Motorola señaló que “en algunos meses” invitará a desarrolladores a crear módulos para su plataforma Ara, al tiempo que lanzará el “Module Developer’s Kit” (MDK) entre fines de diciembre y marzo de 2014.
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