Organizado por la Universidad Carlos III, Humanoids reúne a las figuras y especialistas más destacados de la escena robótica con el objetivo de impulsar el uso de estos equipos en las tareas cotidianas; Japón busca revalidar sus avances ante el crecimiento de competidores como EE.UU y Europa
El humanoide REEM-C, similar al popular Asimo de Honda, cuenta con una autonomía de seis horas y puede hablar en varios idiomas. Foto: Reuters
La robótica humanoide, dotada de aspecto antropomórfico y funcionalidades humanas, está dando pasos de gigante a la hora de convivir con el hombre en tareas tan cotidianas como la asistencia a ancianos, el entrenamiento terapéutico, el suministro de fármacos a enfermos o la vigilancia de niños en casa.
Más de 400 expertos participan en el congreso de tres días inaugurado hoy en Madrid sobre robótica humanoide, llamado «Humanoids», considerado el más importante del mundo en este campo, y que ha sido organizado por la Universidad Carlos III.
Esta es la decimocuarta edición de este congreso, que está auspiciado por el Institute of Electrical and Electronics Engineers y Robotics and Automation Society (IEEE-RAS).
La cita se celebra cada año en un continente y en esta ocasión, por primera vez en España, bajo el tema «Los humanos y los robots cara a cara», con el objetivo de demostrar las destrezas de esta tecnología en entornos cotidianos.
También reúne a robots humanoides con grandes destrezas para el reconocimiento humano con sensores muy avanzados para interactuar con el entorno y sistemas de navegación de última generación para sortear de forma autónoma obstáculos y reconocer a las personas sin hacerles daño al pasar junto a ellas.
Se exponen además brazos y manos robóticas de gran precisión, robots que pueden ser camareros, azafatas o asistentes sociales, con capacidad para llevar paquetes de un lado a otro y autónomos en sus movimientos.
Según explicó a Efe Dolores Blanco, directora del Departamento de Ingeniería de Sistemas y Automática de la Universidad Carlos III, la robótica humanoide está avanzado a pasos enormes y es previsible que su presencia se generalice en los hogares en los próximos años.
El humanoide NAO, de Aldebaran, es uno de los habituales asistentes a los congresos de robótica. Foto: Reuters
No obstante, se debe perfeccionar su capacidad de interacción con los hombres, porque «no es fácil» aún dotarlos de habilidades como andar, subir escaleras, o sentarse, de modo que se conviertan en herramientas realmente útiles para el hombre en entornos cotidianos.
Uno de los robots humanoides destacados en la feria fue REEM-C, cuyas capacidades son comparables a las de Asimo (que no ha participado en este congreso), pero con mucha mayor autonomía dado que su batería dura hasta seis horas y que habla varios idiomas.
Un clásico en toda convocatoria de robots fue NAO de Aldebaran, que además de venderse como juguete por su versatilidad de movimientos y pequeño tamaño, a un precio de entre 6.200 y 7.500 dólares, se comercializa también como plataforma educativa, por su capacidad para dar clases o manejar pizarras interactivas.
Además, NAO cuida a enfermos y colabora en tratamientos terapéuticos, por ejemplo con niños con problemas de movilidad o autistas, a los que transmite mensajes de ánimo o les corrige cuando no entrenan correctamente.
Su creador, Aldebaran, es una empresa que cuenta con una participación mayoritaria de Softbank, la compañía tecnológica japonesa que acaba de crear Pepper, un simpático androide diseñado para asistir a los visitantes de los centros comerciales nipones.
El camino del cyborg y la robótica japonesa
Una vista del exoesqueleto HAL de Cyberdyne, la compañía japonesa especializada en dispositivos de asistencia para pacientes. Foto: Reuters
Lejos de la cita española, pero muy cercana a todos sus desarrollos y objetivos, los desarrolladores de Cyberdyne presentaron más avances de su exoesqueleto HAL, que ahora estará equipado con una serie de sensores que identifican el centro de equilibrio ideal para el paciente y la potencia necesaria para que pueda realizar un movimiento, entre muchos otros datos.
Ante el envejecimiento de su población, Japón ha acudido a la robótica para desarrollar diversos prototipos y proyectos de asistentes hogareños. Sin embargo, muchas de sus iniciativas quedan estancadas en los laboratorios y centros de investigación, mientras que rivales estadounidenses y europeos han logrado el éxito comercial con desarrollos como el robot cirujano Da Vinci.
En este punto, Japón planea desregularizar el mercado de los robots para acelerar su llegada al mercado. Y, en este contexto, el primer ministro Shinzo Abe salió a respaldar a una industria que fue pionera en su segmento, pero que quedó relevada ante los avances de compañías como Google, que acaba de adquirir a empresas como la nipona Shaft y a Boston Dynamics, proveedor del Departamento de Defensa de los Estados Unidos.
En esta versión, los desarrolladores del exoesqueleto HAL buscan recopilar más datos de uso para determinar la mejor forma de uso del equipo. Foto: Reuters
En el desarrollo de robots, competidores como Corea del Sur planean invertir 500 millones de dólares durante cinco años, mientras que la Unión Europea planea destinar unos 125 millones de dólares para el próximo año. Para no quedarse atrás en recursos, Japón prevé una inversión directa de 125 millones de dólares para esta industria durante 2015.
Agencia EFE y Reuters
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